La colisión entre los límites biofísicos del planeta y la imperiosa necesidad del capitalismo de mantener un crecimiento indefinido, está provocando una crisis multifactorial diferente a las que hayamos conocido. Algunos de los nuevos elementos a los que nos enfrentamos son: el cambio climático, la imposibilidad de mantener los niveles de consumo energético y de materiales actuales, las interrupciones en las cadenas de suministro, las dificultades para mantener el actual modelo intensivo de producción de alimentos y su consiguiente encarecimiento, la escasez de agua, la pérdida de biodiversidad, la desindustrialización acelerada de UE, la quiebra planificada del acceso a los «servicios públicos» (de los que solo habíamos disfrutado en el Norte Global), así como la exclusión de cada vez más sectores sociales, aquellos considerados innecesarios o sobrantes por parte del Estado, entre otros.
A pesar de la gravedad de los síntomas, nuestras sociedades, aún opulentas respecto al resto del planeta, siguen aferradas al modelo de crecimiento e hiperconsumo que el capitalismo impuso hace unas pocas décadas, a costa de la explotación del Sur Global. Este modelo tiene los días contados, y las soluciones no pueden venir de quienes nos gobiernan y nos explotan, auténticos responsables de la situación. Tampoco vendrá de la «izquierda del capital», mero peón del capitalismo, siempre dispuesta a gestionar el desastre energético y medioambiental, con toda seguridad en clave de exclusión y ecofascismo.
A pesar de la parálisis social, la historia de la clase trabajadora no ha sido borrada. Hace un siglo el sindicalismo revolucionario, en circunstancias diferentes, pero muy adversas, supo organizar sistemas alternativos al Estado para garantizar parte de las necesidades básicas: desde la producción de alimentos, a la vivienda, pasando por la atención sanitaria, la cultura o el transporte. En épocas más recientes hemos podido comprobar que, con ocasión de graves crisis, la solidaridad y el apoyo mutuo han surgido como herramientas entre los sectores más desfavorecidos.
Emplazamos al sindicalismo combativo, al ecologismo de base y a los movimientos sociales, para debatir entre todos que mecanismos podemos poner en marcha, al margen del Estado y las instituciones, para enfrentar este escenario de crisis global, en el que podamos ir poniendo las bases, para la gestión futura de las necesidades básicas, en un marco de sociedades menos complejas, pero más democráticas y solidarias.
Todas las charlas se emitirán en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/@apoyomutuoocolapso.