Programa de las jornadas

Esta es la programación de las jornadas Construir autonomía frente a la crisis global. Experiencias de apoyo mutuo para garantizar las necesidades básicas.
Las actividades se realizarán en Gijón entre el 6 y el 16 de septiembre de 2024. Todas las conferencias tendrán lugar a las 19 horas en el Centro Municipal El Llano. C/ Río de Oro 37, Gijón (excepto las de Alicia Valero y Marta Ribera que serán online). Todas se emitirán por streaming en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/@apoyomutuoocolapso .

Viernes 6. Antonio Turiel. Límites materiales y ambientales de la transición ecológica.

Con la llegada del cenit de producción de petróleo y del resto de combustibles fósiles preludia una época de descenso energético que ya se está manifestando en forma de precios de la energía muy volátiles y problemas de suministro con muchas materias primas. En este contexto, la transición al 100% renovable parece, más que nunca, inescapable, pero la verdadera capacidad de las renovables es frecuentemente sobreestimada. En esta charla discutiremos sobre todas las claves de la crisis energética y cómo la verdadera transformación a abordar es más social que técnica.

Lunes 9 (online). Alicia Valero. Materias primas para la transición energética. Mitos y leyendas.

En esta ponencia haremos un repaso de las algunas de las creencias asociadas a la transición energética y el uso de materias primas, analizando su veracidad a través de estudios físicos. Resolveremos preguntas como: ¿Reducirá la transición energética las emisiones globales de CO2? ¿Hay suficientes materias primas para el despliegue esperado de tecnologías descarbonizadas? ¿Qué tecnología descarbonizada es la más demandante de materias primas? ¿Podemos cubrir la demanda de materias primas con el reciclado?

Martes 10. Gustavo Duch. Recuperar el control popular de la alimentación. La Soberanía alimentaria.

La alimentación, como la sanidad o la educación es un derecho, en cambio bajo el prisma capitalista es un objeto de negocio y especulación que impide a la pequeña agricultura vivir con dignidad y hace que para las clases populares la buena alimentación sea muy compleja. Sin olvidar que detrás de esta mirada mercantil tenemos las razones de una agricultura industrializada que está acabando con la biodiversidad, el paisaje y los equilibrios del planeta.
¿Como recuperamos el control desde lo comunitario? ¿Qué papel podría jugar el Estado? ¿Qué experiencias pueden ser inspiradoras?

Miércoles 11. Antonio Aretxabala. Nuestras infraestructuras expuestas a una dinámica atmosférica y cortical más violenta. El hormigón armado como testigo del declive.

El criterio principal de las denominadas iniciativas de recuperación y resiliencia es asignar más recursos económicos para que los mismos mecanismos, decisiones políticas e inercias económicas solucionen la crisis que crearon. De esta manera, la crisis global que comienza con la energía y sigue con los recursos geológicos básicos necesarios para una transición verde, tendría una única solución: la financiera-empresarial. Construir más infraestructuras industriales y de obra pública que no podrán utilizarse o dirigiendo fondos a planes muy sectoriales —protagonizados por redes administrativas que, además toman a la ciudadanía como objeto de esas políticas y no como los sujetos activos de ellas—, está hundiendo a comunidades enteras, creando zonas vaciadas y de sacrificio.
Todas las zonas fuertemente industrializadas presentan ya diferentes grados de insostenibilidad, económica, social, de referencias culturales, de infraestructuras, de convivencia y desigualdad. De esta manera se pone en tela de juicio cualquier posibilidad de una transición energética justa y frugal. La UE pone el punto de mira en los medios de vida, las economías y las culturas locales, adquiriendo mayor relevancia impulsadas desde dictámenes como el SC/048 «transición hacia un futuro más sostenible en Europa: una estrategia para 2050» o los 17 objetivos para el desarrollo sostenible de la Agenda 2030 de la ONU, buscando la soberanía de los territorios con sus comunidades como base desde la que partir para construir un futuro de convivencia, de menor derroche, no autoritario y en un innegociable contexto de descentralización, descomplejización y decrecimiento.

Jueves 12. Carlos Taibo. «Decrecimiento y colapso en la Iberia vaciada».

La aplicación de la perspectiva del decrecimiento y de la teoría del colapso en recintos como los propios de la Iberia vaciada obliga a cuestionar las percepciones y las propuestas oficiales, y a defender horizontes de autosuficiencia, concejos abiertos, bienes comunales y agroecología.

Viernes 13. Iñigo Capellán. “Potencial y límites de las energías renovables”.

Las energías renovables son las energías del futuro, sin embargo, están caracterizadas por propiedades muy diferentes a las energías fósiles, que son actualmente la base de las sociedades industriales avanzadas. Estas diferentes propiedades consisten principalmente en que son variables, los sistemas de captación tienden a necesitar de una mayor superficie de terreno, poseen intensidades materiales mayores (y dependen de más materiales críticos), las inversiones (monetarias, materiales y energéticas) se deben hacer antes de que empiecen a retornarnos energía y usan energía que necesita la biosfera para funcionar. Estas particularidades hacen que existan importantes limitaciones biofísicas al potencial sostenible de las energías renovables, lo que pone en cuestión su capacidad de suministrar energía a toda la población mundial bajo el paradigma de las sociedades industriales avanzadas.

Sábado 14, mañana. Pedro Prieto. 50 sombras de gris apocalíptico.

Sátira y esperpento de las transiciones energéticas renovables.

Sábado 14, mañana. El sindicalismo alternativo ante la crisis global.

En un contexto de destrucción de todo lo “público”, ¿cómo potenciar la autonomía de la clase trabajadora y los excluidos?
¿Debemos continuar reivindicando en exclusiva el mantenimiento de ciertas condiciones laborales y luchando para intentar reducir las pérdidas de capacidad de consumo, o debemos articular nuevas propuestas que permitan comenzar a construir espacios de autonomía y gestión de lo colectivo?
¿Es posible establecer puntos de encuentro entre sindicatos alternativos, o más allá de las siglas, incluso entre militantes de estos sindicatos para construir dichas alternativas?
¿Puede el sindicalismo alternativo confluir en las luchas en defensa del territorio y contra el extractivismo?
Debate. CGT, CNT, Corriente Sindical de Izquierdas-Asturias, IAC-Catalunya…

Sábado 14, tarde: Luchas contra el extractivismo y la destrucción del medio rural en el marco europeo. Intervenciones de Confederation Payssane (Francia) y Gende Elände (Alemania).

Estado español. Ecologismo de base y plataformas contra el extractivismo, una confluencia imprescindible.
De las luchas locales tipo “NIMBY” (no en mi patio trasero) o SPAN (Sí, Pero Aquí No), a la lucha global contra el capitalismo depredador.
Dos mundos de espaldas ¿Cómo establecer conexiones que permitan a los afectados de las zonas de sacrificio conectar con los sectores urbanos?
¿Es posible reconstruir un movimiento ecologista de base al margen de las subvenciones, los despachos de abogados ambientalistas y los intereses particulares? Países de nuestro entorno lo han logrado.
Debate. Arba, Araba Bizirik, Plataformas contra el extractivismo y las macrorenovables, Zamora Viva…

Domingo 15. Experiencias. Como avanzar en la construcción de espacios de autonomía para garantizar las necesidades básicas.

– Sindicato Labrego Galego
– Assemblea Pagesa- Catalunya.
– Ganaderas en Red.
– Cooperativa Actyva Extremadura.
– Cooperativa Rizoma (Portugal)
– Cooperativa Integral Minga (Portugal)
– EH Kolektiboa (agroecología desde Euskal Herria)
– La Osa, supermercado cooperativo (Madrid)
– Unión de Cooperativas Sindicales FAU (Alemania)

Lunes 16 (online). Marta Rivera. La soberanía alimentaria en el marco del IPCC: una propuesta para la reducción de emisiones y adaptación al cambio climático.

En esta presentación desarrollaré cómo la soberanía alimentaria propuesta por el movimiento internacional La Vía Campesina en 1996 es una propuesta con capacidad para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero e incrementar nuestras opciones para la adaptación al cambio climático, usando las evidencias mostradas en el último informe del IPCC.